En medio de un fuerte dispositivo de seguridad y total hermetismo, la Procuraduría General de la República y la Policía Federal, realizaron el levantamiento de cuatro cadáveres que fueron localizados en una fosa clandestina en el poblado de Huajintlán, sitio que se ubica en las colindancias entre los estados de Morelos y Guerrero.
De acuerdo a fuentes policiacas federales, los trabajos para localizar los cuatro cadáveres se desplegaron en las primeras horas del pasado sábado y concluyeron a las tres de la tarde del mismo día con el hallazgo de los cuatro cuerpos.
Las investigaciones son desarrolladas por la Procuraduría General de la República, tras la detención de un sicario que comenzó a dar detalles en sus declaraciones de las fosas clandestinas que se ubican en este poblado, donde principalmente operan bandas criminales de secuestradores.
Los cuatro cuerpos se localizaron al interior de una casa de seguridad dentro de la zona urbana de Huajintlan
Cabe señalar, que los cuatro cuerpos se localizaronal interior de una casa de seguridad dentro de la zona urbana de Huajintlan, sin que hasta el momento se haya determinado la identidad de éstas y cuál fue la causa de su fallecimiento.
Según versiones extraoficiales, los cuatro cadáveres podrían corresponder a personas secuestradas en esta región, los cuales al parecer fueron víctimas de un grupo criminal que operaba en la zona y cuyos integrantes, ya se encuentran asegurados por las autoridades federales.
Cabe recordar, que el pasado 24 de julio, en el Ejido de La Cañada del municipio de Puente de Ixtla, fueron localizados los cuerpos semienterrados y putrefactos de un hombre y una mujer.
En tanto la Fiscalía General del Estado, identificó a la mujer con el nombre de María Guadalupe Martínez González, de 25 años, y al hombre Jesús Ocampo García, de 35 años, y quien se desempeñaba como elemento de Protección Civil del municipio de Puente Ixtla.
Sin embargo, en los últimos meses se han localizado varias fosas clandestinas en los municipios de Tlaquiltenango, Jojutla, Emiliano Zapata y Amacuzac, siendo este último el donde se ubicó el mayor número de fosas clandestinas.