Cárteles del estado de Morelos alquilan sus armas a pequeñas células delincuenciales y las usan para robar, secuestrar y asesinar, en una estrategia que mantiene en constante circulación al armamento y dificulta el esclarecimiento de los crímenes, informó un mando policial a la AFP.
"Es una actividad que se ha venido analizando en últimas fechas, que quienes tienen las armas, la rentan para la comisión de delitos", dijo el jueves Martín Rizo, coordinador de la Policía de Investigación Criminal de la Fiscalía de Morelos.
Organizaciones delictivas como Guerreros Unidos, Los Rojos, La Familia Michoacana y el cártel Nueva Generación operan de esta manera "para no tener las armas en un solo domicilio ni andarlas cargando". Esto, aunado al hecho de que los cárteles cambian constantemente la localización de sus cuarteles, "ha evitado su detección específica y su detención inmediata", añadió el funcionario.
Las armas cortas, provenientes en su mayoría de los vecinos estados de México, Guerrero y Oaxaca, son las que más se alquilan, y los precios varían "en función del costo-beneficio", es decir, dependiendo del crimen que se vaya a cometer, abundó Rizo.
La violencia en Morelos por el crimen organizado se ha incrementado en los últimos años. En 2014, este estado fue el tercero del país en el que se registró el mayor número de secuestros, con 128 de un total nacional de 1,838, según cifras oficiales.
Este jueves se cumplieron cinco meses de la desaparición y presumible masacre de 43 estudiantes de Ayotzinapa (Guerrero), un crimen que estremeció al país y la comunidad internacional.
Según la investigación oficial, los jóvenes fueron atacados a balazos la noche del 26 de septiembre por policías corruptos de la cercana ciudad de Iguala.
Luego, los uniformados entregaron a los jóvenes a sicarios del cártel Guerreros Unidos, quienes confundiéndolos con integrantes de una agrupación antagónica, los asesinaron, incineraron y arrojaron los restos a un río, de acuerdo con la fiscalía general.
Las familias de los jóvenes tuvieron acceso a un expediente de la fiscalía general que indica que algunas de las armas usadas en el ataque eran fusiles HK36 de origen alemán, por lo que llegaron a protestar ante la embajada de Alemania en México para exigir el cese de venta de armas a México.
El comisionado de derechos humanos de Alemania, Christop Strasser, visitó Ayotzinapa el miércoles y pidió disculpas a los familiares de los 43 estudiantes.
Más de 80,000 personas han sido asesinadas y 20,000 desaparecidas en México desde el inicio de una ofensiva militar contra el crimen organizado en 2006.