2013/01/12
ENCUENTRAN UN MAMUT EN MORELOS, Y FUI A VISITARLO
Los orígenes de este mágico lugar que en lengua náhuatl significa "Chimalli-escudo o protección, acatl-carrizo y tlan, entre o cerca de, lo que significa "junto a los escudos de carrizo" población localizada al sur del Estado de Morelos, contando con el municipio de Tlaquiltenango de mayor extensión territorial limitando con el Estado de Guerrero
Este dato comprende la zona rural localizada en la cuenca cercana del Rió Balsas, formado por el cerro del venado, localizada al sureste de la cabecera municipal, donde se aprecia la mayor parte de las especies medicinales que durante años han servido para apoyar a la población, y a través de la tradición oral entre ellos, han sobrevivido en el cuidado de su esplendorosa flora, que han determinado la importancia del nivel de conservación, conocer el uso y la calidad de generar conciencia sobre la diversidad orgánica que atesoran sus habitantes.
La vinculación del medio ambiente con la historia oral y la protección de su fauna, pueden constituir en gran manera a la defensa de nuestra identidad, el recorrido que las autoridades municipales nos brindaron sirvió de aporte para que muchos de los integrantes del Seminario de Cultura Mexicana conocieran la importancia que esta región ofrece, la flora y la fauna se armonizan en la necesidad para su preservación en este digno lugar logrando que fuera nombrado reserva de la biosfera.
El objetivo de este viaje otorgado por las autoridades hacia nosotros fue mostrar la importancia de la zona arqueológica y gracias a Don Matías Bahena, con su buen gusto y dedicación para mostrarnos la generalidad de los árboles que para muchos de nosotros eran desconocidos, surgió la idea de iniciar una labor de difusión para promocionar dicha versión, fue más acertada haber realizado esta increíble visita, alrededor de 15 kilómetros de recorrido, fue respetado por los integrantes del seminario, y el asombro por ser una acción inusual, pero siempre con el interés y el cariño por la historia y la cultura con la gratitud total a este preciado regalo.
La magnífica experiencia adquirida en esta ocasión, nos integró en un sólo motivo de seguir adelante en lo sucesivo, lo que ofrece una mayor trascendencia al lograr el mejor trabajo al que esperamos que se unan otras instituciones.
Se han identificado numerosas especies con valor y uso para las familias campesinas, cada una de ellas presentan propiedades curativas como lo manifestaron los entrevistados, la comercialización realizada por las familias campesinas se estiman en un volumen casero, ya que son productos de las practicas extractivas de acuerdo a sus necesidades, o de la venta que obtienen cuando van a las ferias, locales o se trasladan a la ciudad para ofrecer sus productos.
De acuerdo a la normatividad ambiental, sólo la sierra de Huautla dispone de un plan maestro aprobado, y dedicado a su investigación, fuera de este ámbito no existen planes de desarrollo, el resto de la población vecina desconoce las técnicas para el manejo de las especies medicinales, y estas corren el riesgo de causar su extinción total.
La riqueza de la diversidad viva con que cuentan esto parajes de la sierra y la creciente extracción sin protección de plantas aromáticas medicinales permiten obtener un apoyo económico planeado que sostiene el uso racional de los recursos disponibles.
El cariño que sus pobladores guardan y cuidan su conservación ya que ellos conocer el uso y la importancia económica, que genera conciencia sobre la importancia vital de la diversidad como parte de importancia fundamental de la planeación rural.
Es ineludible realizar evaluaciones de todos los recursos naturales que estén cargados o tiendan a favor del desarrolla entendido en forma tradicional, es decir, hacia las opciones de conservación de los hábitat; las clásicas concesiones madereras extractivas, la minería, los monocultivos agrícolas, la ganadería, los típicos ejemplos de sustitución de la diversidad por la homogeneidad.
Los trabajos que en interés de fomentar una cultura en defensa de la identidad cultural y natural, a favor del conocimiento y la exaltación del Chimalalcatlán como árbol emblemático de Tlaquiltenango, está en manos de las presentes generaciones. Si mal hicieron los grupos sociales que nos precedieron, empleando de manera indiscriminada la especie para fines, quizás necesarios pero no de manera sustentable, sostenible; bien corresponde a las actuales generaciones las labores para el mejoramiento del status que represente la especie.
Sus valores, sino son exaltivos desde la óptica forestal, económicos o científicos; sí lo son desde la visión ideológica en tanto y cuanto son la causa de la denominación de la población que durante muchos años se debatió en la búsqueda y deserción entre las muchas variantes sobre el nombre y que se optó por la más acertada, considerando la pujanza de la tradición oral.
La formación de estrategias de educación ambiental para el conocimiento y la promoción de su preservación y fomento, es una de las vías sobre las que recae la búsqueda de respuestas al problema, trabajar en ello constituye nuestra obligación.
Pequeña construcción de concreto; el museo donde se resguardan los huesos de mamut, en la cueva se puede observar en su naturalidad, una pirámide de piedra labrada.