2012/03/01

COMANDO ARMADO LEVANTA A COMERCIANTE EN SANTA ROSA 30

Poco antes de la media noche un desfile de camionetas de lujo con gente armada irrumpió el poblado

Durante largo rato recorrieron negocios y hubo levantones, la policía de Tlaltizapán evitó acercarse

Ingresa un grupo armado a la comunidad de Santa Rosa 30, municipio de Tlaltizapán para cometer levantones en contra de comerciantes que no han pagado la suma de dinero requerida como derecho de piso y entre los que se llevaron se encuentra un conocido abarrotero.

Información aportada por vecinos del poblado, coinciden en afirmar que minutos antes de la media noche, varios vecinos se despertaron con sobresalto, porque sobre en la avenida principal iniciaba un desfile compuesto por varias camionetas de lujo, ocupadas por sujetos con fornituras, ropa negra, la cara tapada y con fusiles de alto poder.

Desde la mirilla de su puerta, tras la cortina de la ventana algunos presenciaron la maniobra del grupo armado que recorrió lentamente la comunidad, recibidos por los ladridos de perros y el canto de los grillos, en la calle no había una sola alma, a esa hora nadie sale, debido a la inseguridad.

De pronto, la tranquilidad de la noche se rompió al escuchar gritos, unos pedían clemencia, otros insultaban, para que finalmente afuera de la tienda de abarrotes se detuviera el convoy y el grupo armado ingresara a la propiedad para sacar de la cama a conocido vecino, hijo de la propietaria del negocio.

Nadie movió un dedo por evitarlo, inclusive hubo quien llamó a la policía y nunca mandaron una patrulla para auxiliar a la población, fue así como el sujeto, de aproximadamente 30 años fue subido a una camioneta custodiado por los delincuentes y se lo llevaron con rumbo desconocido, hasta hoy se desconoce su paradero y suerte.

Y a decir de los enterados en el pueblo, desde hace un tiempo para acá un sujeto tatuado acude a los negocios a pedir dinero, dice que es “De los Zetas” y fija cantidades de 3 a 10 mil pesos mensuales por cada local, bajo amenaza de secuestro de un familiar, quemar el negocio o cortar la cabeza al propietario.

Algunos han pagado, otros ya comenzaron a cerrar sus negocios y a la dueña de la abarrotera le pidieron en días pasados 10 mil pesos, pero no los entregó, porque el local no da tales ganancias por mes, apenas para los gastos de la familia y por este motivo levantaron a su hijo