De acuerdo a los testimonios de agentes federales cuya tarea de logística y de campo, es la de rastrear a los más buscados y peligrosos capos de la mafia, han establecido que en sus tareas de investigación los lideres del NARCO, prefieren el estado de Morelos, por su clima y sus distintos sitios de esparcimiento, por ello es el lugar más preferido por los llamados PECES GORDOS DEL NARCOTRAFICO.
Pues han tomado a la entidad como una zona para descansar y alojar a sus familias, prueba clara de ello es la presencia de hombres fuertemente armados que escoltan a menores de edad y a los juniors a diferentes planteles de zonas residenciales de la aún llamada “Ciudad de la eterna primavera”, sin que militares, policías municipales, estatales, ministeriales o federales, les hagan algo o traten de revisar sí es que cuentan con la portación legal de armas de fuego.
O bien como fue el caso del extinto capo Amado Carrillo Fuentes, llamado como “El señor de Los Cielos”, quien poseyó lujosas residencias y mansiones tanto en la capital así como en la zona sur poniente del territorio morelense, como lo fue la narco-Hacienda denominado “La Luz” de Tetecala, que en su momento era resguardada por elementos castrenses mientras que en el interior el capo gozaba de grandes reuniones, incluso el inmueble contaba con su propia capilla y su panteón, pues ahí descansaban los restos de una de sus hijas menores; además de varios negocios establecidos para lavar dinero.
Otros capos que han echado raíces en la capital de Morelos, ha sido Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, de quien se dice radico con todas las comodidas en una mansión protegida y ubicada en la colonia Lomas de Cortes, además de contar con zonas privadas de descanso como en Las Huertas de San Pedro en el municipio de Huitzilac, o en narco-residencias del llamado “Mar de Morelos” en Tequesquitengo; y que decir de los narcotraficantes colombianos y jefes del cártel del Valle del Norte, Ever Villafaña y Víctor Emilio Valencia Espinosa, El Doctor.
Y ahora más recientemente los hermanos Beltrán Leyva han impuesto su sello entre los morelenses. Lo mismo pueden —con la complicidad de policías municipales, estatales y federales—, bajar aviones cargados con droga en el aeropuerto “Mariano Matamoros” de Tetlama en el municipio de Temixco, que su escolta —integrada principalmente por exmilitares— protagonizar en autopistas de la entidad cruentos enfrentamientos al tú por tú con comandos de élite de agentes federales o asesinar a jefes policiacos o funcionarios, tal y como sucedió con el comandante Retana de la Policía Municipal de Jiutepec o el abogado Andres Dimitriadis, subprocurador de Asuntos contra la Delincuencia Organizada de la PGJ; donde los capos utilizaron a policías en activo para cometer las atroces y brutales ejecuciones.
Hay que recordar, también que en diciembre de 2007, los Beltrán Leyva, operaron con la complicidad de elementos federales destacamentados en el aeropuerto de Tetlama, la llegada de una avioneta de Colombia cargada con toneladas de cocaína y pese a darse la alarma tras su aterrizaje en la pista, donde se dice que hasta fue filmado su descenso en la terminal aérea, la aeronave tocó tierra y fue descargada. Los pilotos y los sujetos en tierra que descargaron la droga, tuvieron todo el tiempo para huir antes de la llegada de los elementos de 24 Zona Militar, quienes a su vez se encargaron de copar prácticamente a todos los vecinos de las colonias Unidad Morelos, Las Flores, Solidaridad y Lomas del Becerro, por su cercanía con el aeropuerto, con el fin de tratar de localizar el lugar donde habrían almacenado la droga, pero se dijo que esta así como llegó así salió, incluso durante todo ese mes de diciembre a los vecinos de dichas colonias les fue cortado el suministro de Teléfonos de México, sin embargo ese operativo Militar fue un fracaso y ese fue un exitoso golpe de los Beltrán Leyva, dado a que burlaron a las autoridades con el apoyo de su mismo personal.
En mayo del 2009, el extinto capo Arturo Beltrán Leyva fue protagonista de uno de los más cruentos enfrentamientos que se recuerden en esta entidad entre narcos y policías federales.
A la altura del kilómetro 6 de la carretera Jojutla-Alpuyeca, en el municipio de Xoxocotla, se produjo el tiroteo en el que dos agentes federales y dos presuntos sicarios murieron, y se detuvo a nueve delincuentes más.
Semanas después fueron encontrados ejecutados el director operativo de la Policía Ministerial del estado, Víctor Enrique Payán, y su escolta Terry Meléndez, dentro de la cajuela de un auto abandonado en la carretera México-Cuernavaca, y junto a sus cadáveres aparecieron cartulinas en las que se advertía: “Eso les pasará a todos aquellos que protejan a El Rey Zambada, a El Chapo Guzmán y al Mayo Zambada.
Otra de las muertes que más impactó en la entidad fue la del subprocurador de Asuntos Contra la Delincuencia Organizada de Morelos, Andrés Dimitriadis Juárez, quien fue ejecutado junto con sus dos escoltas cuando circulaba a bordo de un vehículo oficial.
También, dentro de las ejecuciones se encuentran las del director operativo de la Policía Municipal de Jiutepec, Jorge Alberto Vargas Retana y su escolta, Luis Miguel Merlo Osorio, quienes fueron asesinados tras ser levantados por un grupo armado que viajaba a bordo de dos camionetas, según la denuncia JT/1era/1933-0809. Una muerte más de este tipo fue la del coordinador de Seguridad Pública y Tránsito municipal de Coatlán del Río.
Situada en el octavo lugar por incidencia de ejecuciones, en Morelos hay municipios considerados como “focos rojos” por la presencia del narcotráfico, se encuentran Cuernavaca, Jiutepec, Temixco, Xochitepec, Puente de Ixtla, Tehuixtla, Tequesquitengo, Higuerón, Jojutla Chiconcuac, Ciudad Ayala, Anenecuilco, Cuautla y hasta Huitzilac, tomando en cuenta que para el crimen organizado han tomado la Autopista del Sol, como un autentico tiradero de cadáveres o la llamada autopista Miguel Alemán, donde recientemente ejecutaron a NACHO FLORES, una de las glorias y figuras del equipo Cruz Azul, cuyo caso se ha sumado a las 167 ejecuciones registradas en lo que va de este 2011 en Morelos, sin que la autoridad haga algo para frenar este baño de sangre.