Este descubrimiento, que en los hechos representa el tercer hallazgo arqueológico localizado en la zona en las últimas semanas, se registró durante las labores de excavación y consolidación de basamentos prehispánicos en la cima del Cerro del Venado, confirmó la dependencia a través de un comunicado de prensa.
El arqueólogo Luis César Rosas Hernández, encargado de los trabajos informó que esta ofrenda podría tener más de dos mil años de antigüedad, y correspondería al periodo Clásico (100 a.C. – 700 d.C.); además hace suponer que el basamento prehispánico que se halla en la cúspide de esta elevación, estuvo destinado a la veneración de esta deidad.
La comunidad de Chimalacatlán, ubicada en los límites con el estado de Guerrero y bordeado por los diferentes afluentes del río Balsas (Nexapa, Chalma, Cuautla y Amacuzac), permitió a su antigua población dedicarse a la extracción y procesamiento de piedra verde, apreciada por las civilizaciones mesoamericanas como una gran joya.
Parece ser que la zona arqueológica de Chimalacatlán se edificó desde la parte media de los cerros hacia la cúspide. En la sección central se han detectado unidades habitacionales, así como áreas de trabajo especializadas. En la parte alta se levantaron los edificios de carácter cívico-religioso, como templos, plazas y la cancha del juego de pelota.
“En el Cerro del Venado, los antiguos habitantes construyeron una serie de plataformas sobre la cuales edificaron palacios, calzadas, basamentos piramidales y templos. Toda esta área se hallaba en un proceso de construcción, pero hubo momentos de cambios drásticos, de manera que se vio interrumpido”, refiere el antropólogo.