Dos ancianas, abuela y nieta de 92 y 65 años de edad, de nombres María Martínez García y Julieta Jiménez Ocampo, que vivían solas en el número 3, de la primera privada de la calle Jesús H. Preciado, de la colonia San Antón, fueron salvajemente asesinadas la madrugada del día de ayer, presumiblemente para robarlas.
Los cadáveres de las indefensas mujeres, fueron encontrados ayer alrededor de las 17:00 horas por Raúl Gallegos, nieto de María Martínez, quien de inmediato dio aviso a las autoridades.
En la escena del doble asesinato la policía encontró los cuerpos de las dos ancianas, con claras evidencias de haber sido salvajemente golpeadas, pues había rastros de sangre en la habitación que servía de recamara a la víctimas.
Uno de los cuerpos tenía enredado en la cabeza la propia blusa de la anciana, por lo que fue asfixiada con esta, el otro cadáver tenía una cuerda en el cuello con el que fue ahorcada.
Los cuerpos de las dos ancianazas quedaron tirados, maniatados y envueltos en una sábana por sus víctimas al pie de una cama, en tanto se presume que él o los asesinos tras perpetrar el brutal doble asesinato se dedicaron a buscar en todos los muebles y cajones de las víctimas, dinero y objetos de valor, dejando todo desordenado, por lo que se presume que el móvil de tan cobardes hechos fue el robo.
Vecinos y familiares de las víctimas revelaron que las dos mujeres vivían solas, que rentaban cuartos y que curiosamente el día ayer en que fueron sacrificadas, María Martínez celebraría su cumpleaños.
Pese a la ola de violencia que invade de manera irremediable nuestra entidad, vecinos, como conocidos y familiares de las dos ancianas, se mostraron consternados por la brutalidad con la que estas fueron asesinadas, pero también expresaron sentimientos de indignación por la incapacidad de las autoridades para prevenir y combatir a la delincuencia de cualquier nivel.