Este hecho que inicialmente provocó alarma entre el personal del nosocomio y de seguridad, ya que se pensó que los restos hallados eran humanos, rápidamente fue controlado y no repercutió en la atención médica de los pacientes.
Posteriormente al arribar elementos policíacos y peritos de la Procuraduría General de Justicia, pusieron en claro que en el interior de la citada hielera había abandonados en los sanitarios corazones de reses y de cerdo.
Extraoficialmente trascendió que además en la misma hielera había un supuesto mensaje que decía, "Cerdos y bueyes cuídense" y una letra como firma que parecía "una Z".
Ante tales hechos se iniciaron las investigaciones y se comenzaron a revisar las imágenes que grabaron las cámaras de video vigilancia instaladas en los accesos del Hospital, para tratar de dar con el bromista de esta "pesada broma", para proceder a castigarlo como lo marca la ley.