La liberación de un agresor que en dos ocasiones disparó en el rostro a un estudiante del Instituto Tecnológico de Zacatepec, provocó la molestia y el temor de la familia y el propio agredido, quien se encuentra en riesgo de quedar cuadrapléjico, a consecuencia de la agresión sufrida el pasado 17 de mayo de 2010.
Héctor Eduardo Rodríguez Hernández, vecino del municipio de Amacuzac, lamentó ante los medios de comunicación la decisión del juez, Francisco Javier Lara Manríquez, de liberar a su agresor, plenamente identificado por él mismo y por testigos, Humberto Adolfo Gonzáles Rodríguez, quien quedó en libertad, pese a que en dos ocasiones consecutivas le disparó en el rostro, una de las balas se alojó en la cervical y le podría ocasionar lesiones severas con el tiempo, informó el propio afectado.
“Estoy muy indignado con las autoridades, porque no hicieron su trabajo. Me siento con un coraje, una impotencia, de que todo lo que me hizo, de que las leyes las hayan roto. Me siento muy mal”, comentó en entrevista con diversos medios de comunicación.
Entre todo, lamenta la postura de la subprocuaduría regional, “ellos me dijeron que todo estaba bien, que no me preocupara, que él nunca iba a salir, que esto se iba a seguir de oficio”, pero no fue cierto, ahora “él está fuera”.
Mientras tanto, el juez penal, Francisco Javier Lara, “no nos quiso dar ninguna información, nos dijo que quiénes éramos, que necesitábamos estar acreditados para saber información de lo que había pasado. Jamás nos dieron información. Si nosotros nos hubiéramos enterado por personas, nosotros ni por enterados de que él salió en libertad”.
Sobre el presunto responsable, señaló “yo lo ví cuando me disparó, me dio dos disparos en la cara” y mostró los lugares a donde llegaron los disparos en su rostro: “este está alojado en la cervical”, en referencia a la bala que aun mantiene en su cuerpo, “esta bala que entró, no me la van a poder sacar. Va a quedar de por vida ahí en la cervical. No voy a poder hacer lo que era antes… puedo quedar cuadrapléjico si no me cuido”, declaró Héctor Eduardo Rodríguez, quien actualmente estudia una ingeniería en sistemas computacionales en el ITZ, tiene un verdadero problema, pues su agresor al que metió a la cárcel porque le disparó en dos ocasiones a su rostro y en su propia casa, quedó en libertad, el juez no lo recibe y su abogado “defensor”, Fernando Abarca, ni siquiera le contesta las llamadas a su teléfono celular.
“Mi abogado, ni por enterado, ya no me contesta las llamadas. Jamás nos dio la cara, (en su momento) nos dijo que todo estaba bien, que no nos preocupáramos, que no iba a salir, que él iba a hacer lo posible porque pagara lo que me hizo, siempre estuvimos esperando a que presentara pruebas, a que nos dijera va a ser el careo, vas a hacer esto… absolutamente, nunca me dijo vamos a hacer esto, te vamos a llevar, vas a declarar, nada, absolutamente nada de su parte. Incluso, nos pidió dinero, le dimos aproximadamente 10 mil pesos, de los 40 mil que nos pedía. No hizo absolutamente nada”.
Hizo responsable de la liberación de su agresor, al juez de Puente de Ixtla, al abogado Fernando Abarca, “él fue el que no hizo absolutamente nada por mí”, por lo que anunció que apelará e iniciará los cargos correspondientes contra el que resulte responsable, pero también responsabilizó de su seguridad y la de su familia “a Salvador Benítez (Rodríguez) y a Humberto González, primos políticos, vecinos míos”.
En todo momento teme por su vida, “al momento que salgo a la calle, todo esto lo tengo en la cabeza, es un trauma muy grande el que tengo”, concluyó.